El actor Aaron Paul, mejor conocido por su papel en “Breaking Bad”, ha hecho una promesa sincera sobre el uso del teléfono con sus hijos pequeños: no pasar tiempo frente a la pantalla cuando esté con ellos. Este compromiso simple pero poderoso surge de una conmovedora interacción con su hija Story, de 7 años. Paul compartió la historia durante una aparición en WSJ Tech Live.
Recordó que estaba preocupado con un correo electrónico mientras Story se le acercaba con una pregunta. En lugar de responder completamente, Paul la hizo caso omiso mientras intentaba terminar el mensaje. La posterior desconexión de su hija, que volvió al juego sin más interacción, lo afectó profundamente.
“Dejé mi teléfono, me acerqué a ella y le dije: ‘Quiero decirte que lamento no haberte respondido'”, compartió Paul. Luego hizo un pacto con Story: “Papá ya no estará hablando por teléfono cuando esté contigo”.
La respuesta de una palabra de Story: “¿En serio?” – golpeó fuerte a Paul. Se dio cuenta de la profundidad de su tácito anhelo de conexión. El hecho de que ella saltara a sus brazos ante su promesa subraya una verdad universal que muchos padres reconocen: incluso los niños pequeños anhelan tiempo de calidad, presencia sin distracciones y atención exclusiva de sus cuidadores.
La historia de Paul ha resonado fuertemente en línea, provocando elogios y debates divertidos en la sección de comentarios. Algunos usuarios elogiaron a Paul como un padre modelo por priorizar a su familia sobre las distracciones digitales. Otros confesaron con humor haber luchado con impulsos similares, reconociendo el poderoso atractivo de los teléfonos incluso cuando están rodeados de sus seres queridos.
Independientemente de cuán alcanzable pueda ser para otros este enfoque total y “de golpe”, la historia de Paul plantea preguntas importantes sobre nuestra relación con la tecnología y su impacto en nuestras conexiones más íntimas. Subraya la necesidad de tomar decisiones conscientes sobre el uso del teléfono, especialmente en momentos destinados a una interacción genuina con miembros de la familia.
Establecer límites en torno al tiempo frente a la pantalla, ya sea desconectando completamente o creando períodos intencionales sin teléfono, sin duda puede beneficiar a las familias. Como dice el experto en crianza Mel Robbins, los niños aprenden con el ejemplo: los padres que gestionan activamente sus propios hábitos tecnológicos envían un poderoso mensaje sobre el valor de la conexión con el mundo real.









































