El momento de la reciente entrevista de David Harbour ha encendido un nuevo debate sobre su imagen pública en medio de controversias en curso. Durante una entrevista del 4 de noviembre con Esquire España, el actor ofreció reflexiones sobre el envejecimiento y la fama que algunos interpretan como egoístas, particularmente teniendo en cuenta los recientes acontecimientos en su vida personal y profesional.
En la entrevista, Harbour abordó si encontrar fama más adelante en la vida hace que uno sea menos propenso a “convertirse en un imbécil”. Él respondió: “Para mí ciertamente lo es. Creo que las trampas de la juventud están tan ligadas a la idea de la importancia personal, las trampas de la fama están tan ligadas a la importancia personal. Lo bueno de ser famoso cuando eres mayor es que sabes que vas a morir, entonces, ¿a quién le importa?”.
Esta visión filosófica de evitar las idioteces ha fracasado dadas las circunstancias que rodean a Harbour. Su ex esposa, Lily Allen, lanzó recientemente su álbum “West End Girl”, que contiene canciones que detallan la dolorosa ruptura de su matrimonio de cuatro años y las supuestas aventuras que ocurrieron durante el tiempo que estuvieron juntos.
Sumándose a la controversia, surgieron informes poco después de la entrevista de que la estrella de Stranger Things, Millie Bobby Brown, había presentado una demanda por intimidación y acoso contra Harbour. La reclamación, que supuestamente consta de “páginas y páginas de acusaciones”, se presentó antes del inicio de la quinta temporada, lo que provocó una investigación que duró meses. Harbour interpreta a la figura paterna de Brown en la exitosa serie de Netflix.
Harbour intentó proyectar sabiduría cuando se le preguntó sobre trabajar con las jóvenes estrellas de Stranger Things, llamándolos “niños muy buenos” y afirmando que “siempre está aquí para ayudarlos”. Esta declaración se produce en medio de la investigación en curso sobre su conducta con la joven actriz.
Cuando se le preguntó sobre los arrepentimientos de sus últimos 50 años, Harbour ofreció una respuesta mesurada: “Cambiaría todo o nada. O aceptas tu camino por completo y te das cuenta de que incluso el dolor, los deslices y los errores son parte del viaje, y que hay verdad y crecimiento, sabiduría y una empatía y conexión más profundas en todo eso”.
La ironía de que la “sabiduría anti-idiota” de Harbour surja durante este período desafiante no pasa desapercibida para los críticos. Su entrevista, realizada durante su gira promocional de próximos proyectos, incluido el estreno de la temporada 5 de Stranger Things, llega en un momento en el que se plantean múltiples preguntas serias sobre su conducta.
El contraste entre la visión filosófica de Harbour sobre envejecer con gracia y las serias acusaciones en su contra resalta el complejo desafío que enfrentan las celebridades al manejar su imagen pública durante períodos de intenso escrutinio.
