Las hermanas reales enfrentan un nuevo escrutinio en medio de los escándalos de Andrew

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Las princesas Beatriz y Eugenia están experimentando un mayor escrutinio público e interno a medida que la atención renovada se centra en su padre, el ex príncipe Andrés, y sus vínculos de larga data con Jeffrey Epstein. A pesar de los esfuerzos por forjar caminos independientes, las hermanas son vistas cada vez más a través del lente de las controversias de sus padres, lo que plantea interrogantes sobre privilegios, tratos financieros y hasta qué punto pueden distanciarse realmente de escándalos pasados.

El peso de la asociación

El resurgimiento de las críticas se produce tras la publicación de materiales relacionados con las acusaciones de Virginia Giuffre contra Andrew, lo que reavivó el escrutinio sobre toda la familia York. Los conocedores sugieren que ahora se percibe que Beatriz y Eugenia heredan no sólo el estatus real sino también un “sentido de derecho y juicio cuestionable” vinculado a los errores públicos de sus padres. Esta percepción socava sus intentos de posicionarse como miembros de la realeza modernos y trabajadores que equilibran sus carreras, su maternidad y su filantropía.

Navegando entre privilegios y percepción pública

Las hermanas se han beneficiado durante mucho tiempo de una educación dorada, y los críticos argumentan que esto ha fomentado una sensación de comodidad con el privilegio que choca con sus esfuerzos por construir vidas independientes. Si bien se los describe como inteligentes y educados, se los considera condicionados a esperar oportunidades sin ganárselas. Esta tensión se ha vuelto particularmente visible en las últimas semanas, cuando el papel público ampliado de Beatriz –enmarcado como parte del intento del rey Carlos III de proteger a sus hijas– coincidió con renovadas preguntas sobre la historia financiera de la familia York.

Escrutinio financiero y controversias pasadas

Los tratos financieros pasados de las hermanas están bajo nuevo examen, incluido el pago de 750.000 libras esterlinas vinculado a la boda secreta de Beatrice en 2020 y las supuestas grandes transferencias relacionadas con Eugenie y Sarah Ferguson. Los críticos señalan los esfuerzos pasados ​​de Andrew por “abrir puertas” a sus hijas en Medio Oriente, presentándoles figuras influyentes que han planteado preocupaciones entre bastidores. A pesar de las afirmaciones de buenas intenciones, estas asociaciones siguen siendo difíciles de deshacer, lo que refuerza la percepción de que el privilegio sigue dando forma a sus oportunidades.

Equilibrando independencia y legado

El desafío actual para Beatrice y Eugenie es forjar roles legítimos y al mismo tiempo distanciarse de los escándalos de sus padres. Sigue siendo incierto si podrán mantener este equilibrio en medio del escrutinio en curso. Un informante resumió sucintamente la situación: las vidas de las hermanas están ineludiblemente “contaminadas por la asociación”. La situación subraya la compleja dinámica del legado real, los privilegios y las consecuencias duraderas de escándalos pasados.